miércoles, 21 de mayo de 2008

Caída
24

Ahí estaban sólidos, impunes, Jesús, Maria y José, en la estufa, presenciando lo que sería el principio del fin.
De Locura, amor, muerte.
Fue la última Nochebuena, la primera después de un año de partidas, de decisiones, de reconciliación.

Llegó y se encontró con lo que menos esperaba, la obsesión de la locura estaba dispuesto a perseguirlo, o hasta envolverlo, o hasta escupirlo definitivamente de todo ese sistema.
Subió las escaleras, despidió a su compañera de viaje, se encerró en su habitación, y de pasada, reojo el pesebre, que le anunciaba la Nochebuena.
Astros, metafísica, delirios y tarot.
4 personas en la mesa y él.
Luchar contra la locura es noche no le fue fácil.
Como diablos obscenos, ellos querían apoderarse de él, llevarlo a su mundo, al mundo de los locos.
Sorteo con suerte la locura, pudo escapar, fue alto el precio, el camino y el trayecto, pero él estaba dispuesto a pagarlo

Alguien: ¿Dónde estaba Jesús ese día? El día de su nacimiento.
Alguien: ¿Dónde esta ahora mismo?
Alguien: No es su culpa.

Se hicieron las 24 el 24, y la noche dejó de ser buena.

Ahí estaban Jesús, Maria y José, en el pesebre duros, infértiles.

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